Desilusión,
desengaño,
decepción,
fiasco,
vergüenza ajena,
irritación,
me quedo sin saber bien el sentimiento que prima sobre los demás en este momento, si las últimas entradas al blog son reales y tal y como cuentan estas personas, de las que no tengo por qué dudar, el Sr. Font ha vuelto a las andadas o nunca las ha dejado.
Tanta disculpa, tanto acto de contrición, tantas promesas ¿eran solo un paripé?... no doy crédito.
Siempre me quedará la duda de si ha sucedido alguna desgracia, dios no lo quiera, y existe causa justificada ¡oh pobre de mi, sigo siendo bien pensado!, carne de una nueva decepción.
Sr. Font todos los actos tienen consecuencias. Acción y reacción. No digo más.
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Es muy lamentable que a este hombre todavía le sigamos comprando y enviando dinero a cambio de nada, esto es el timo de la estampita versión digital.
ResponderEliminarMucha palabrería, disculpa fácil y barata y ningún hecho ni mercancia. Los tribunales masónicos o profanos darán cuenta de semejante estafador, mientras espero que se atragante con los ágapes financiados por los incautos que pensamos que una tienda abierta por un miembro de la orden podría ser garantía de algo.
Imdividuos así hacen que uno no se fie de nadie.
Me parece una mala acción de este señor, quien sigue con la red puesta para que caigamos incautos en la compra de sus productos. que el gadu lo sancione como debe ser.!!!
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